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5 consejos para que dejes de preocuparte por el plagio en la tesis

Uno de los asuntos que más preocupa a todo tesista o joven investigador o investigadora, sin duda, es el plagio.


Pese a que los tutores o directores insisten en usar las citas (en formato APA, por ejemplo), y aunque sabemos que una investigación debe ser novedosa y aportar un conocimiento nuevo es muy seguro que inintencionadamente usemos en nuestra tesis alguna buena idea o un concepto que nos ha parecido relevante sin citar; con lo cual, sin querer, estamos plagiando.


¿Te suena esta situación? Este post precisamente te ofrece algunos consejos para que dejes dejes de preocuparte por esta situación, que en resumen son unos trucos para evitar el plagio en tu tesis.


Antes que nada, deberemos explicar qué es el plagio para que todo el mundo entienda exactamente a qué nos estamos refiriendo.


El plagio según el Real Diccionario de la Academia Española, consiste en la "suplantación de la autoría de una obra literaria, artística o científica" (DRAE, 2024, párr. 1).


Como podemos ver, el plagio se refiere a la apropiación de una idea, concepto, teoría o resultados, cuando originariamente pertenecen a otra persona, grupo o institución.


Ahora bien, el plagio no implica que no podamos hacer uso de esas otras ideas, conceptos, teorías o resultados que pertenecen a otras personas. De hecho, en momentos como la construcción del estado del arte de nuestra tesis o investigación, deberemos aludir a muchos trabajos e ideas de otras personas que están relacionadas con nuestra temática, y que nos servirán para llegar hasta aquel punto en el que todavía nadie ha dicho nada, y en el cual insertaremos nuestra investigación y, por tanto, su punto de novedad y relevancia.

Pero, ¿cómo hacer esto sin incurrir en plagio?


La forma más evidente de hacerlo, es mediante la incorporación de la fuente original (es decir, citando a la persona o institución original que creó esa idea) para que podamos usar su idea, concepto o teoría, haciendo visible que no es nuestra.


Por ejemplo, como hemos hecho en este mismo post unas líneas más arriba al citar al DRAE y así no apropiarnos (voluntaria o involuntariamente) de la definición que ellos dan sobre el plagio.


En caso de no incorporar la cita explícita y su correspondiente referencia al final de este post, cualquier lector de nuestro post puede dar por hecho que esa idea es nuestra, y es esto lo que queremos evitar, pues esto se consideraría plagio, y puede tener graves consecuencias académicas y legales (incluso aunque hayamos plagiado involuntariamente).


Sin embargo, citar continuamente de manera literal en nuestra tesis, es decir, usar palabra por palabra la idea o la teoría tal como esa persona originalmente la estipuló, presenta al menos dos problemas: 1) Visualmente, nuestra tesis o investigación se verá muy sobrecargada de líneas, párrafos e incluso páginas seguidas de texto con sangría a la izquierda de manera continua o bien, con un montón de información entre comillas; lo que dificulta su lectura; y 2) Conceptualmente, hacer un uso continuo de citas literales denota que el o la estudiante tiene poco manejo con su tema de investigación, y que no ha hecho un trabajo profundo de lectura, digestión y apropiación de su tesis: simplemente se ha dedicado a decir lo que otras personas dicen de manera textual… y esto nos va a restar calificación o hará más difícil que nuestro trabajo se publique.


Existen diversas formar para evitar esta situación, no obstante, en este post nos centraremos en la paráfrasis, pues es una de las más útiles y comúnmente utilizadas. Pese a lo rara que nos puede sonar esta palabra, la paráfrasis no es otra cosa que explicar esa idea, teoría o concepto que queremos explicar, pero en lugar de hacerlo literalmente (palabra por palabra) como lo hizo el autor original, lo haremos reescribiendo aquella idea con nuestras palabras, ampliándola, desarrollándola o dándole otros énfasis. Esto es, parafrasear el contenido del que queremos hacer uso.


Sin olvidar que incluso en estos casos, se debe incluir al final de la idea reescrita, la cita así como también la correspondiente referencia al final del texto o a pie de página (según el formato de citación que usemos).


Puede que aunque esto parece coherente y sencillo, a la final nos cueste un poco. Por tanto, a continuación te ofrecemos algunos tips para hacer uso de la paráfrasis y así evitar el plagio:


1. Tener la cita literal como base


Una primera forma de evitar el plagio mediante el parafraseo tiene que ver con partir de la propia cita o fragmento literal que queremos reelaborar con otras palabras. Si partimos de un documento totalmente en blanco, nos puede ser más difícil tratar de escribir desde cero esa idea de otro autor. En cambio, si la copiamos y pegamos en un procesador de texto, o bien la escribimos en un papel, ya tendremos un material básico en el que basarnos para ir modificándolo y ampliándolo, y así, darle forma hasta que quede transformado suficientemente para que ya sea una idea propia. Sin olvidar en todo caso, insistimos, en incluir la cita y la referencia correspondiente.


Por ejemplo, podemos partir escribiendo una cita literal que queremos usar, así:


“El poder produce a través de una transformación técnica de los individuos (...) el poder produce lo real”. (Foucault, 2001, p.11)


Y a partir de ella, ir modificando sus palabras, sustituyendo algunas, y ampliando otras. Con lo cual nuestro ejemplo parafraseado quedaría así:


“Foucault nos dirá que el poder modifica a las personas de un modo técnico, produciendo aquello que estas perciben como real” (Foucault, 2001).


2. Si hablar es lo tuyo, puedes apoyarte en la explicación oral


¿No te pasa que te es mucho más fácil explicar una idea con tus palabras cuando lo haces de forma hablada que por escrito?


Si eres de esas personas, una recomendación puede ser explicar el concepto o idea que quieres parafrasear a un familiar o amigo, de esta forma, la fluidez de las ideas de manera oral puede ayudarte para después poder escribirla de forma parafraseada más fácil. También, puedes hacerlo delante del espejo y grabarte con tu teléfono, luego lo trascribes y listo, tendrás tu cita parafraseada y libre de plagio.


3. Lee mucho para que no cites a un solo autor


La lectura (en general) fomenta la adquisición de nuevo vocabulario, de conectores, de formas de expresión y de conocimiento del estilo de escritura de otras personas. Y esto es muy útil de cara a comunicar las ideas o conceptos de otros autores con nuestras propias palabras, parafraseando.


Adicionalmente, leer es una estrategia que nos va a ayudar a conseguir mejores formas de parafraseo, en el sentido de que la lectura específica de diferentes autores y autoras que hablan del tema de nuestra tesis o investigación, nos permitirá tener varios puntos de vista o formas de entender ese fenómeno que queremos parafrasear, de esta forma, podemos armar un concepto propio con base en varios autores sin incluir necesariamiente un fragmento textual del documento de alguno de los autores, es decir, sin incurrir en plagio.


A diferencia de si solo consultamos un autor o autora, situación en la cual es muy tentador hacer copia y pega de su texto. Por eso, siempre que sea posible, te invitamos a leer dos o más autores sobre el tema que quieras citar. Así, siempre será más fácil parafrasear.


Por ejemplo, siguiendo con nuestra investigación sobre el poder, si retomamos aquella que hemos leído de Foucault (2001):


“El poder produce a través de una transformación técnica de los individuos (...) el poder produce lo real”. (p. 11)


Y también hemos leído otra definición de poder de Deleuze (1986):


“La voluntad de poder es el elemento genético de la fuerza, es decir el elemento de producción de la cualidad que pertenece a cada fuerza en esta relación. La voluntad de poder como principio no suprime el azar, al contrario, lo implica”. (p. 77)


Podemos sintetizar ambas para parafrasear una definición del poder propia, tal como la siguiente:


El poder, como elemento productor de la fuerza, supone una transformación de las personas, produciendo su realidad (Foucault, 2001; Deleuze, 1986).


Sin comillas porque ya la cita no es textual, pero igual le damos el crédito a los autores originales que nos permitieron crear nuestra propia definición.



4. Ampliar, complementar o reformular las definiciones como forma de parafraseo


Cuando leemos las teorías expuestas por otros autores, seguramente siempre tenemos algo por decir, bien sea que no estamos de acuerdo o que estamos de acuerdo siempre y cuando se tenga en cuenta otra variable. También puede ser que estamos muy de acuerdo porque incluso llegamos a la misma conclusión en nuestra investigación actual o en una pasada.


En estos casos, es posible adoptar como hábito, incluir citas parafraseadas en forma de citas comentadas, esto es, ir incluyendo matices y complementos en base a lo que hemos ido subrayando, anotando y reflexionando mientras leíamos aquel documento; así, tendremos un texto que es completamente de nuestra autoria, pero basado en las ideas de otro autor al que le daremos el crédito en vez de hacer copia y pega de su escrito.


Un ejemplo, retomando nuestra definición de poder en Foucault (2001): “el poder produce a través de una transformación técnica de los individuos (...) el poder produce lo real”. (p. 11)


Quedaría así:


Teniendo en cuenta lo planteado por Foucault (2001) es posible decir que el poder, entendido como una red relacional en un sentido de fuerza, es productor de lo real; y esto ocurre a través mediante una transformación técnica y tecnológica de las personas, y por tanto, de lo social.


5. Practica el parafraseo para reducir el plagio en la tesis


Aunque pueda parecer obvio, no debemos olvidar que cualquier habilidad académica se aprende poniéndola en práctica. Por tanto, la mejor forma de aprender a hacer paráfrasis es dejando a un lado el miedo o la inseguridad, y simplemente poniéndonos a escribir e ir parafraseando las ideas de otros autores que necesitamos incluir en la tesis con nuestras propias palabras.


Si nos tomamos este ejercicio como una práctica normal para hacer la tesis, será posible llegar a hacerlo de forma natural; para praticar, podemos escribir borradores de ideas que nadie verá después y que no serán publicados en ningún lugar (por ejemplo, mediante fichas o resúmenes de los libros y artículos leídos). Así, poco a poco iremos ganando la capacidad de parafrasear.


Esperamos que estos consejos sobre el uso de la paráfrasis contra el plagio te hayan sido útiles y te sirvan para que, de ahora en adelante, no vuelvas a tener problemas con esto. Y si no tienes tiempo o prefieres encargar esta tarea, aquí en UVR podemos ayudarte con el parafraseo para reducir el plagio en tu tesis.





Adicionalmente, te invitamos a que apliques plenamente los consejos que aparecen en nuestro e-book: "Manual del tesista" para que termines tu tesis en tiempo récord y con alta calidad. Luego contáctanos, en UVR Correctores de Textos somos expertos en corrección de estilo para tesis y aplicación de Normas APA, Vancouver, Chicago, MLA, IEEE, Icontec u otra.


Referencias

Deleuze, G. (1986). Nietzsche y la Filosofía. Anagrama.

DRAE. (2024). Plagio. Extraído de: https://dpej.rae.es/lema/plagio 

Foucault. M. (2001). Un Diálogo sobre el Poder y Otras Conversaciones. Alianza Editorial.


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